21

August 22, 2011

Escrito el 21 de agosto, tres días antes de los 21. Y solo para agregar más números escucho el disco 21 de Adele.

Cuando ya estás ahí no es la gran cosa, como cuando los 18. Este blog lo comencé a los 16. Es extraño leer la evolución de los textos, todo en lo que me he involucrado en ¿cinco años? suena tan poco y ha sido toda una sucesión de eventos; a veces me pongo a pensar en lo afortunada que soy por tantas cosas en las que no ahondaré, otras veces lloro así de la nada, como en este momento, de recordar, de pensar, de lo que sea, ¿será el sentimiento en la música? no lo sé, pero en fin.

Hay tantas cosas que todavía me falta por hacer, ya hasta aposté en las Vegas faltando un mes para cumplir la edad legal; quiero ir a festejar de nuevo, jugar al poker, tomar las bebidas más caras de mi vida, ir a todos los shows del Cirque du Soleil. Tal vez para los 22, los 24, yo qué sé. Pronto.

Este blog me ha acompañado en los cinco años que les menciono, pero los dominios no son eternos, así que creo que esta renovación no la realizaré (la fecha límite está para el 03 de septiembre). Fue una buena etapa pero estos 21 no solo serán un cumpleaños más, vendrán cosas nuevas para mi y para todos, entre ello está el cierre de este blog, lo respaldaré y quedará íntegro en valenz.wordpress.com que fue donde inició todo y donde terminará la información también.

“¿Qué? ¿Y ya no vas a escribir?” Wow, el solo hecho de lanzar la pregunta hasta me dio cosita, pero por supuesto, las ideas, locuras y ocurrencias continuarán en samy.mx

Para terminar, la lista de regalitos/antojos que también hago cada año. No espero recibir muchos regalos, de hecho es muy raro, pero me encanta cuando los recibo inesperadamente, estén o no en la lista, de todos modos me gusta hacerla para analizar mi lado consumista y volver a ella en esas ocasiones de “¡Tengo dinero de sobra, vamos a gastarlo en cosas que quiero!”.

Libros:
– Fruta verde de Enrique Serna Rodríguez
– Cuentos violentos de Juan Villoro
– Sueño profundo de Banana Yoshimoto
– 1Q84 de Haruki Murakami
– Audio culture: readings in modern music de Christoph Cox

Discos:
– Take care, take care, take care de Explosions in the sky
– The big roar de The Joy Formidable (vinyl).

Bonitos:
– Plumas bonitas
– Cuadernos bonitos

Tantas cosas que no necesito:
– Una mochila nueva (nivel de necesidad: media)
– Un mouse (nivel de necesidad: alta)
– MAC Lady Danger matte lipstick (nivel de necesidad: baja)
– Audífonos Bose/Pioneer/Skull Candy (nivel de necesidad: muy baja).
– Macbeths Matthew o Schubert (nivel de necesidad: baja) probablemente para cuando junte para comprarlos ya habrá otros modelos.
– Estas botas y estos zapatos. (nivel de necesidad: baja, pasa lo mismo que con los macbeths).

Y ya, en realidad muchas de las cosas que quiero solo se pueden comprar por internet o ir a comprarlas al distribuidor directo, pero no auguro un viaje muy cercano, así que ya saben que los libros y la música me hacen feliz. Y la nieve de fresa con limón. Las micheladas. Los tacos al pastor.

Es extraño, ahora que escribo esta lista me doy cuenta de algo importante: si lo tengo que bien y si no también. Sí, hay cosas que quiero (caras en su mayoría), como un iphone, o el record player, pero no es así como que “ahhh, lo quiero y no estoy tranquila hasta que lo tenga”, mi sentido consumista a pasado a otro nivel, y a un inferior al parecer, “atesora momentos, recuerdos, vivencias; no cosas” me acaba de decir mr. mustacho .++ y lo relaciono tanto en este momento.

En fin, así la situación, que tengan un bonito lunes 😀
Yo les aviso qué onda con los festejos, extraños los festejos de cumpleaños también, pero de eso ya hablaremos después en samy.mx

Muchas gracias por leer y estar ahí (en donde estén), los quiero.


De placeres, tristezas y negocios

July 28, 2011

En mi ciudad hay una sola librería: “Librería y papelería del maestro”. Ubicada en Av. Victoria sur 546, Col. Centro en Gómez Palacio, Dgo.

Pero como su nombre indica, la mayoría de su oferta son libros de apoyo para los maestros, libros académicos y de “interés general” que incluyen en su catálogo a Paulo Coelho y a Carlos Cuauhtémoc Sánchez. Sí, triste la situación.

Así que mejor crucemos el puente que nos une (¿o divide?) de la ciudad vecina.
En Torreón tenemos más oferta, desde lo fancy y con sucursales como Gonvill, Gandhi y la librería del Fondo de Cultura Económica (FCE), hasta lo céntrico y local, como lo era la librería Cristal, que actualmente ya cerró, pero también está la del Maestro y del Estudiante, para fines académicos y de “interés general” como ya se mencionó; más underground tenemos las de “El libro usado”, una por el teatro Isauro Martínez y la otra por la Alianza, en la cual también venden vinilos.

Hablando de las experiencias de compra:
Gonvill está ubicada en el mall de Plaza Cuatro Caminos, hay variedad y editoriales para todos los gustos, caras como Alfaguara o de las clásicas como Perrúa, digo, Porrúa.
Veo que después de muchos años ya no está el “En construcción” en su página web, ahora al menos ya muestra una lista de las sucursales que tiene en el país. ¿Tanto tiempo en construcción para ello?
Aún así, no es de mis lugares preferidos, pues sus precios y el servicio dejan que desear, incluso a veces era mejor comprar en la librería que tiene Cimaco (ya se me olvidaba incluirla en la lista) en la planta alta del mismo lugar. No es mucha su oferta, pero a veces si encuentras buenos títulos. Ja.

En la librería del Fondo de Cultura Económica solo me interesaba comprar Moleskines, y como en la sucursal de Torreón no las manejan, pues ya es raro que nos demos la vuelta.

Así que Gandhi llegó a darle “una luz” a la región, y “en la torre” a las demás librerías, por supuesto. (i.e., la Cristal y la que estaba en mi Universidad, que también se me había olvidado mencionar pero que solo manejaban libros académicos).

Justo acabo de regresar de mi aventura de verano por el primer mundo al que yo iba con la mentalidad de conocer sus librerías, sus tiendas de discos, y bueno sí, a turistear y divertirme mucho con mis primos.

La primera tienda que visité fue Barnes & Noble en Montclair, California, n’hombre me hubieran visto, emoción total: libros para todos los gustos. La librería era del tamaño de como cuatro Gandhis como la de mi ciudad. Música, Moleskines y journals bonitos, juegos de mesa del tipo de estrategia, muchas revistas, el café, y sí, la modernidad misma en su departamento de ebooks y venta del Nook. Parezco niña que nunca ha estado en una librería de por el estilo, pero es que nunca había estado en una, y lo mejor: traía dinero.
No salí con mucho del lugar: La colección de los libros de George R.R. Martin, ahora que está el hype con lo de Game of Thrones, y el juego de mesa de “Settlers of Catan” que no encontraba en ningún lado.

Aún me faltaba visitar Borders.

Pero posteriormente vendría la noticia: Borders cerraría todas sus tiendas, yéndose “out of business”. Para mi fortuna había una sucursal cerca, la sensación fue la misma que cuando estuve en Barnes, pero esta vez sí me di vuelo. Compré los libros de música que no estaban en Barnes: “Please kill me: the uncensored oral history of punk”, “Punk: the whole story”, “Bad things happen” y “The magicians”, además de un journal, una Moleskine y libros para niños. Y eso que todavía no había muchos descuentos en la tienda y ya no me pude quedar a esperar a que la cerraran y aprovechar los descuentos.

Lo que me parece increíble es que una tienda así vaya a cerrar, era genial estar ahí, también había discos y películas en su catálogo, y los asientos y salitas de lectura eran geniales.
Pero así son los negocios y cuando no tienes tiempo de salir y disfrutar de lo que te gusta porque es más fácil obtenerlo dando un click todo desaparece, la demanda cambia.

Como dice este artículo de Time, Borders invirtió en abrir muchas tiendas, pero además le apostó a los CDs cuando ya habemos poca gente que los compra, además de que no previó el “incremento” de ventas en ebooks como lo hizo Barnes al sacar su dispositivo Nook, que no le gana al Kindle de Amazon pero ahí como lo ven tiene una buena parte del mercado de los ebooks.
Es interesante conocer el modelo de negocios de ambas tiendas, lo que hace una que la otra no hace, y lo que llevó a una a la banca rota mientras la otra sobrevive. Aquí hay más respuestas y porqués.

Triste, pero qué bueno que conocí tan geniales lugares antes de que los cierren. Cosa que ya no me tocó con las record stores. Muchas cerradas ya. La única que encontré fue una f.y.e (for your entertainment) con una buena oferta en CDs. Compre The Big Roar de The Joy Formidable, pero también no les auguran mucho tiempo en el mercado.

Si eso pasa en el primer mundo, qué esperar en el que vivo.

Cuando estuve en el D.F. me encantó la Cafebrería El Péndulo. Tengo la ilusión de algún día traerme una sucursal o algo parecido para la región.

La experiencia de comprar libros es genial, tocarlos, hojearlos, olerlos, juzgarlos por su portada o contraportada, buscar. Lo que me tranquiliza es que sé que no desaparecerán, mientras la demanda exista, aunque los modelos de consumo cambien, existirán, es lo que queda, lo que está escrito. Sea leído impreso o en un “ereader”.

Librerías, no se acaben.
Amazon, no te comas todo.

A ver si Amazon les resuelve todo…

Emoción total.


Aquí es donde sucede la magia

July 26, 2011

El azul pastel del ambiente, como un cielo despejado.

Mi ropero café, con la colección de Mini Coopers acumulando polvo, esperando mi llegada para su meticulosa limpieza. La boya amarilla, la placa Iowa GG503: recuerdo de las aventuras de mi padre y sus viajes por otros lugares. La figura de Homero Simpson diciendo “¡ouh!”.

Mis audífonos colgados en la pared. Mi caja de los cables. Mis libros no leídos. Mis libros leídos. Larsson, Demille, Bradbury, García Márquez, Hesse, Salgari, Murakami, Nove. Mis nuevos libros de literatura musical. Los archivos inéditos de Marilyn. Mis cuadernos de la secundaria, de la prepa y los libros de texto gratuitos que más me gustaron: ya sea por un cuento o por los dibujos, por los recuerdos. Mis libros de ingeniería. El cálculo que algún día prometí volver a releer y resolver los ejercicios marcados con número impar. La comprensión de la abstracción.

Fur Elise tocando de mi caja musical. Mis joyas: silly bandz, pulseras de conciertos, pulseras negras de plástico.

Mi guitarra sin la sexta cuerda. Mi pizarrón de corcho recargado sobre la pared; algún día lo colocaré en el lugar para el que fue pensado estar.

Mis zapatos guardando polvo; mis tennis de skate; los tennis deportivos; los tennis casuales; los tennis fachuales; y el demás calzado para las ocasiones especiales. Los tennis de domingo.

Mis discos. Mis tres vinilos: Mecano, Queen y Prince. Conservados para el momento en que puedan volver a ser escuchados en la próxima record player que compraré.

Mis juegos de psicometría. Mis bolsas. Mi perfume. Mis flores artificiales. Mi lámpara de pedestal. Mis revistas. Mis sombreros. Mi cama. Mi colchón, los resortes en el mismo. Mi cubrecama de “Las tortugas ninja”, mi sábana de “Bob esponja”, mi edredón de “Yu-gi-oh!”.

Mi monitor de 22”, mi teclado con bocinas, nuestra foto en el escritorio. Mis plumas, mis cuadernos fancys Moleskine o forrados de piel. Mi ipod. Mi computadora, y todo lo que habita en ella.

Natalie Portman diciéndome “Perfection is not just about control; it’s also about letting go”.

Habitación de princesa por las cortinas rosas de encaje que la adornan, elegidas por mi mamá en algún momento, cubriendo el sol de mi ventana al mundo exterior.

Mi cuarto. Mi cueva. Mi lugar.

 


Y luego me dí cuenta que…

July 11, 2011

…éste es el post 300.

¡Celebremos o algo!

Sí bueno, escribiré lo que queda del día como celebración. Bonito día para ustedes también 🙂

 


Señales de vida

July 6, 2011
  • Sigo viva.
  • Me falta postear el resto de mis apuntes de la clase de apreciación musical; les debo el III, IV y V. Pero ya que pueda me aplicaré.
  • No he leído muchos libros que iba a leer.
  • No he visto las series que iba a ver.
  • Voy en el capítulo 11 de Fringe. Lo bueno que todavía nos quedan dos temporadas y media para ponerme al corriente.
  • Quiero ver Game of Thrones de nuevo.
  • Quiero salir a pasear en mi bicicleta.
  • Siempre que estoy estresada se me antoja salir en mi bici, y rara vez lo hago. Solo me imagino, como en un bosque o algo así. Quiero ir a una montaña.
  • Hace mucho que no voy a una excursión, campamento o algo así. Creo que la última vez fue que ví árboles fue… (1 minuto pensando y no, nada me viene rápido a la mente).
  • Quiero bailar, aunque no tenga coordinación, dancing is about not giving a fuck.
  • Quiero ir al concierto de cello de la Camerata, pero todavía no sé las fechas.
  • Quiero que sea viernes ya. Es más, miércoles, quiero irme ya de aquí.
  • Quiero abrazarte y que me abraces fuerte y me digas que me quieres y nos desvelemos viendo Fringe y comiendo comida china, o pizza. Y una michelada.

Fin de la lista con bullets, vuelvo ya al trabajo. Bonito día para ustedes también. Lo bueno que estas vacaciones iban a ser solo para mí y lo que me gusta y no los infinitos pendientes que siempre me cargo. Ash, me odio.
Pero ya, ya mero termino, y sonrío 😀