De genealogía

Samantha Valenzuela, hija de Martin Valenzuela, hijo de Florentino Valenzuela, hijo de Rafael Valenzuela, hijo de Dominga Valenzuela.

Sí, mi apellido viene de una mujer. La abuela Dominga.

Hace tiempo me dediqué a investigar sobre la genealogía de la familia, ya había tenido la “espinita” antes, pero no se había concretado el proyecto hasta hace poco.
Por aquellos días, el Dr. y amigo Sergio Corona me recomendó el sitio que mantienen los mormones en línea, lugar donde están alojados infinidad de documentos y datos indexados respecto a actas de nacimiento, registros de bautizos, matrimonios, etc. ¡De todo el país!, permítanme intensificar mi emoción ¡¡De todo el mundo!! Podré no coincidir con las ideas de los mormones, pero esfuerzos de este tipo se les reconocen. Tengo entendido que se les incentiva mucho a investigar en su genealogía y sus orígenes.

El punto es que yo no creía mucho que en tal sitio fuera a encontrar información, pero cual fue mi sorpresa que ¡sí!, tienen los documentos originales, entonces puedes corroborar los resultados de la indexación, o ahora sí que si no aparecen resultados tienes que buscar y “hojear electrónicamente” los archivos de iglesias, que al menos a mí, me fueron de gran ayuda en la búsqueda de los ancestros de la familia Valenzuela.

Entonces la abuela Dominga vivía en Rodeo, Dgo. Hija de José Aniceto Valenzuela (1809).
Tuvo dos hijos gemelos, Ismael y Rafael. Ambos no reconocidos y por ello llevaron el apellido de Dominga, el Valenzuela.
Cuando Ismael y Rafael crecieron, se fueron a vivir a La Laborcita, en San Pedro del Gallo, Dgo.
En el lugar había pocas familias, destacan los Morales, Antunes y Sánchez. En un archivo del censo en 1930 se enlistan a treinta y tres habitantes en la comunidad.

Rafael conoció y se casó (por la iglesia y por el civil) con María Morales Reyes.
y el 19 de Junio de 1926 nació Florentino Valenzuela.

Mi abuelo me platico lucidamente como recuerda el día en que conoció por única vez a su abuelo (El hombre que no les dio su apellido a Rafael e Ismael, ¡el novio o el affair de la abuela Dominga!)
Me platicó que llego su papá (Rafael) y le dijo a María:
“Rápido, lávale las manos a los niños. Quiero que conozcan a mi padre”.
El tenía siete años, y lo vio de lejos, era un hombre güero, pero no llego a su casa, habló con Rafael y se retiró. Y así fue como conoció o más bien, vio de lejos a su abuelo, y se quedó con las manos y la cara limpia esperándolo.

Después me dijo que Rafael le había dicho que su padre se llamaba Conrado Segovia, mismo que por futuras búsquedas que realice supe que estaba casado con Severa Arreola cuando conoció a la abuela Dominga.

Desconozco si por haber estado ya casado no podía reconocer a Rafael e Ismael, en todo caso serían bastardos pero llevarían el apellido Segovia.
De cualquier forma me gusta mi apellido y reconoceré a la abuela Dominga por habernos legado el Valenzuela.

 

El origen del apellido y el escudo del mismo es material de otro post.
Un león coronado nos representa.

Gracias por leer.

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